El gobierno de Gustavo Petro continúa defendiendo la realización de la consulta popular propuesta sobre la reforma laboral, a pesar de las crecientes críticas de la oposición, que considera este proceso un intento de manipulación política. Durante una reciente entrevista, el ministro del Interior, Armando Benedetti, reiteró que la consulta es una medida democrática que permitirá a los ciudadanos decidir sobre una serie de reformas laborales que no se han modificado desde 1950.
Benedetti explicó que el objetivo principal de la consulta es dar a los ciudadanos la oportunidad de expresarse sobre temas como el pago completo por trabajo en días festivos, la estabilidad laboral y los derechos de los trabajadores de plataformas digitales. «La consulta popular va porque va, es una decisión de gobierno, a menos que el Senado decida lo contrario», afirmó el ministro, subrayando que la consulta no tiene un fin político, como lo ha sugerido la oposición.
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«La consulta popular va porque va, es una decisión de gobierno, a menos que el Senado decida lo contrario»: BenedettiLa crítica de la oposición sobre los costos y fines políticos
A pesar de las explicaciones del gobierno, la oposición sigue denunciando que la consulta popular es una herramienta para adelantar la campaña política de Petro y sus aliados, especialmente de cara a las elecciones presidenciales de 2026. Benedetti defendió la iniciativa, argumentando que es fundamental para consolidar los derechos laborales de la clase trabajadora, los cuales no han sido actualizados desde mediados del siglo XX. “En democracia, cualquier peso que se invierte es un buen peso invertido,” justificó el ministro el gasto involucrado en la consulta, que según los cálculos oficiales podría ascender a 700 mil millones de pesos.
La crítica más fuerte de la oposición se refiere a los costos de la consulta, que muchos consideran excesivos para lo que perciben como una estrategia política. El ministro, sin embargo, rechazó las acusaciones de que la consulta sea una excusa para manipular los votos y fortalecer la posición política del gobierno: “Si de acuerdo en esas dos preguntas de reforma, ¿por qué no abrirle la puerta a la ciudadanía para que se pronuncie?” cuestionó Benedetti.
«La consulta popular va porque va, es una decisión de gobierno, a menos que el Senado decida lo contrario»: Benedetti
El costo del proceso se ha convertido en un tema de debate, con algunos informes que sugieren que la consulta podría alcanzar hasta un billón de pesos. Aunque el gobierno defiende la consulta como un derecho democrático y un paso importante para mejorar las condiciones laborales, la oposición lo ve como un intento de consolidar el poder de Petro y su partido en el futuro electoral del país.
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Por su parte, Benedetti negó que la consulta tuviera fines políticos y aclaró que se centraría únicamente en los temas de la reforma laboral, dejando de lado cualquier otra propuesta como la reforma a la salud o el sistema pensional. Además, rechazó la idea de que la consulta sea una maniobra para adelantar la campaña electoral de 2026. “No es un negocio, no es una transacción, es una consulta para preguntar a los ciudadanos sobre sus derechos laborales,” aseguró el ministro.
Benedetti también rechazó las afirmaciones de que la consulta es una estrategia para impulsar la campaña política del presidente Petro, aclarando que la consulta se concentra exclusivamente en la reforma laboral. El ministro destacó que el gobierno no tiene intención de incluir otras preguntas en la consulta, como las que han sido sugeridas por algunos sectores, como las relacionadas con la prolongación del mandato de Petro. “No, para absolutamente nada. Solo se tratarán temas laborales”, afirmó el ministro, reafirmando el compromiso del gobierno con el proceso democrático.
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