En la parroquia de Choachí (Cundinamarca) le dieron el último adiós al sacerdote oriundo de Moniquirá y quien además de su ardua labor social, será recordado como ‘padrino’ de muchos religiosos.

_{Su sepelio se llevó a cabo esta tarde en la parroquia San Miguel Arcángel del municipio de Choachí y su féretro fue dispuesto en la cripta del ancianato que él mismo fundó. Foto: Boyacá Sie7e Días.}

Como un verdadero patriarca de la Iglesia católica en Moniquirá era considerado el sacerdote José Ricaurte Motta Blanco, a quien cariñosamente conocían como ‘padre Motica’ y a quien esta tarde despidieron en un sentido funeral.

Su sepelio se llevó a cabo esta tarde en la parroquia San Miguel Arcángel del municipio de Choachí, donde el religioso boyacense adelantó gran parte de su obra pastoral y social como integrante de la Compañía de María Padres Montfortianos.

Había nacido hace 90 años, le sobrevive su hermano Eleazar, estudió su primaria en la vereda de Ubaza de Moniquirá y luego su bachillerato lo terminó en Albán (Cundinamarca). Estudió teología y se hizo sacerdote a los 22 años de edad en el seminario San Luis María de Monfort en Choachí.

Constituyó la Fundación San Luis María de Montfor, un ancianato de carácter social que atiende a adultos mayores y tiene hasta clínica, y allí terminó hasta sus últimos días como el director. Fue uno de los más reconocidos sacerdotes que ha tenido Moniquirá y la región, donde la fe y el carisma invitaba a todos los jóvenes a seguir el sacerdocio.

_{En sus exequias participaron 17 sacerdotes, quienes recordaron las bondades del padre Motta. Foto: suministrada a Boyacá Sie7e Días}

El padre Motta Blanco fue sacerdote en Cúcuta (Norte de Santander), director del seminario de Choachí, profesor y rector del colegio de Choachí. De igual manera, fue consejero provincial, sacerdote de Paipa y sacerdote de Cumaral (Meta).

“Durante décadas sirvió con amor, llevando consuelo a enfermos, guía a jóvenes y esperanza a toda la comunidad. En este momento de dolor elevamos nuestras oraciones para que el Señor lo reciba en su paz eterna y les brinde fortaleza a su familia y a su congregación. Que su ejemplo de fe y humildad inspire nuestros corazones”, manifestó el alcalde de Moniquirá, Fredy Iovanny Pardo Pinzón.

Su sepelio fue acompañado por 17 sacerdotes y su cuerpo fue dispuesto en la cripta del ancianato que él mismo fundó.

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