
«Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús.
Si se escribieran una por una,pienso que ni todo el mundo bastaría paracontener los libros que se escribieran.» Juan 21:25
He estado viendo una serie que se llama ‘Los elegidos’, y desde el momento en que aparece Judas, hay un desprecio hacia este hombre. Sin embargo, este personaje tiene una potencialidad que no radica en su historicidad, sino en su humanidad: Judas es el que no comprende, el que no encarna el mensaje de Jesús. Tal vez, en eso, tenemos un gran parecido con Judas.
Judas es el que no comprendió que Jesús pensaba construir, en la Tierra, un reino de justicia y de paz, no un imperio. Jesús no pretendía derrocar un imperio para construir otro. Por el contrario, el reino que quería propiciar era el de los bienaventurados; es decir, el reino de quienes se necesitaban mutuamente para encontrar el sosiego y la paz.
El Domingo de Ramos caminaba por el centro de Tunja. Se representaba la escena de Jesús entrando a Jerusalén montado en un burro. Me di cuenta de que ni aquellos, ni nosotros, ni la historia hemos comprendido algo esencial; el hecho de que Jesús haya entrado en un burro significa que iba a llevar la paz. El burro, animal manso y humilde, no era un símbolo de guerra ni de caballería militar. Era un símbolo de bondad. Sin embargo, en muchos momentos de la historia hemos hecho la guerra en nombre de un hombre sencillo de Galilea que amaba la reconciliación.
Tal vez, en todos los tiempos, hemos sido como Judas. No nos hemos dado cuenta, como él, de que el mensaje de Jesús es de amor, no de separación ni de odio. Hemos rechazado a los diferentes, a los extranjeros y a los que no creen. Tal vez hemos sido como Judas cuando hemos usado la religión para sentirnos moralmente superiores a los otros. Y, de ese modo, hemos traicionado a Jesús. Hemos traicionado su mandamiento del amor cuando no hemos apoyado la paz y cuando no hemos propiciado la reconciliación y la fraternidad entre las gentes.
En la figura de Judas, que nos parece tan controversial y sobre la cual nos erigimos como jueces, hay algo de nosotros. Somos como Judas por no haber comprendido el mensaje de Jesús. Tal vez despreciamos a Judas porque es el espejo en el que aborrecemos reconocernos.
La entrada Somos Judas: no entendemos el mensaje de Jesús – David Sáenz #Columnista7días se publicó primero en Boyacá 7 Días.
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